Cóctel para bodas

Siempre decimos que las bodas tienen que ser únicas e inolvidables y, por supuesto, personales. A la hora de organizar nuestra boda es normal que nos inspiremos en otras a las que hayamos ido, que ojeemos revistas y blogs conocidos, que saquemos ideas de Internet... pero de todo lo que nos guste debemos sacar una idea única y hacer así nuestra boda solamente nuestra.

Hoy os traemos una idea para una boda un poco más informal de lo habitual: una boda tipo cóctel. Seguro que si os planteáis la idea de salir de lo tradicional, de primeras, os puede asustar un poco pero... ¿habéis pensado en las ventajas?

Más amenas. 
Si queremos una boda menos formal, ésta es nuestra opción ideal. La boda tipo cóctel se aleja de los formalismos de las bodas convencionales, dejando que los invitados se relacionen libremente y se muevan de un lado para otro.

Más económicas.
Generalmente las bodas tipo cóctel suelen ser más económicas. Aunque esto dependerá del tipo de catering y lugar de celebración, cantidad y variedad de comida, tipo de vinos, servicios contratados...

Comida menos copiosa y más variada.
Aunque en las bodas tradicionales podemos ofrecer distintos tipos de aperitivos y entrantes, a la hora de elegir un primer y segundo plato nos ceñimos a un tipo de carne y un tipo de pescado. Sin embargo, en la boda tipo cóctel podemos jugar con estos dos productos ofreciéndolos de distintas formas y combinados con distintos alimentos. Además, es una buena forma de adaptarnos a todos los gustos de nuestros invitados, evitando incomodidades si contamos con algún invitado con algún tipo de alergia o intolerancia alimentaria así como con algún vegetariano.

Distribución. 
En las bodas tipo cóctel nos ahorramos la ardua tarea de como sentar a nuestros invitados. Aquí al estar de pie cada uno se relaciona con quien quiere por lo que fomentamos la socialización y la conversación entre todos nuestros invitados.

Más cortas. 
En las bodas tradicionales las comidas o cenas pueden alargarse horas y horas pero con un cóctel ahorramos tiempo de comer para dedicarlo a lo más importante: la fiesta.